¿De qué va el transfeminismo? Una apuesta política en un mundo de muerte

¿De qué va el transfeminismo? Una apuesta política en un mundo de muerte

En México, cada cuatro horas es asesinada una niña, una joven o mujer adulta. A las mujeres se les mata con saña, con lujo de violencia. A las mujeres se les mata, se les viola, se les exhibe y se les borra del mundo con rabia, con odio patriarcal o de fratrias, con alevosía social y ventaja jurídica.

A las mujeres trans y de género diverso no sólo se les mata como mujeres, sino que se les mata también socialmente por desobedecer el mandato biologicista de resignarse a vivir en un cuerpo cuyo género ha sido asignado médicamente y con el cual no se identifican, con lo cual se les borra del mapa conceptual de lo posible y de lo enunciable. 

Recordamos la muerte porque, desafortunadamente, parece ser el lazo común para los cuerpos disidentes. La muerte como dispositivo dinamizador de la necropolítica y el expolio continuado en nuestros territorios y cuerpos. En este contexto, es urgente hacer alianzas entre los movimientos feministas, pues estamos en la era donde las acciones políticas parecen tener sentido solo en el postmortem, donde el reclamo pareciera enfocarse solamente en no ser asesinadas, lo cual se entiende por la gravedad de la situación.

Decir la palabra feminismos no es un acto sencillo. Decir feminismos es hablar de múltiples corrientes, perspectivas históricas, estrategias situadas, localizaciones, experiencias encarnadas y visiones del mundo a nivel político y personal que no pueden asirse ni estandarizarse en una versión definitiva.

Ilustración: Jafet Arellano (ig: @jafet.arellano)

Y a todo esto, ¿qué es el transfeminismo?

Son movimientos en red que surgen como respuesta ante la necropolítica de lxs sujetxs feminizadxs y consideran los estados de tránsito de género, de migración, de mestizaje, de vulnerabilidad, de raza y de clase como transversales, con el fin de hacer alianzas emancipatorias ante la violencia cis-hetero-patriarcal y racista.

Estos movimientos surgen con el fin de abrir campos discursivos a todas aquellas prácticas y sujetxs que quedan fuera o se deslindan de la reconversión neoliberal de los aparatos críticos de los feminismos, conocidos como políticas de género biologicistas o políticas de cis-mujeres.

El transfeminismo tiene como principal objetivo repolitizar y des-esencializar a los movimientos feministas hegemónicos, en contraofensiva al discurso gubernamental y de las ONGs que capturan y estandarizan el lenguaje de los feminismos y lo usan como estrategia de desactivación política de los movimientos feministas, reduciéndolos a una crítica ortopédica que es reapropiada por los circuitos del mercado y el estado neoliberal a través del purplewashing.

El llamado desde los transfeminismos es a realizar una autocrítica que no dejará fuera, como sujetxs del feminismo, a aquellxs que están fuera del círculo de la definición social de la mujer aceptable; esxs entre nosotrxs que son pobres, que son lesbianas, que son negrxs, que son adultas mayores, que son de comunidades originarias, que son trans, que no participan del canon estético occidental, que tienen diversidad funcional, que son refugiadxs, migrantxs, indocumentadxs, precarixs, que hablan en lenguas… es decir, todas esas subjetividades ausentes que, justamente por las intersecciones y violencias que las atraviesan, participan de las consecuencias físicas, psicológicas y mediales traídas por la creciente globalización de la violencia explícita, sangrienta, morbosa; en otras palabras, la violencia gore que tiene efectos reales sobre los cuerpos, generalmente feminizados.

Ilustración: Jafet Arellano (ig: @jafet.arellano)

En el contexto mexicano, los movimientos transfeministas tienen la responsabilidad política de desnecropolitizar nuestro contexto cotidiano, para lo cual es necesaria una crítica radical a las estructuras de la violencia, a la misoginia y a la homofobia como categorías fundantes de la masculinidad y la feminidad machista en nuestro país.

Para desnecropolitizarnos es necesario hacer un trabajo colectivo de despatriarcalización y decolonización, y también un trabajo intensivo de desneoliberalización en el cual compartamos otras prácticas y perspectivas que ya se llevan a cabo en distintos rincones del planeta, las que apuestan por la sostenibilidad de la vida sin profesar discursos regresivos y sectarios, que basan sus luchas en identidades segmentadas o en la esencialización biológica o geopolítica de ciertos sujetxs por encima de otros.

REFERENCIAS:
Fragmento tomado de “El transfeminismo no es un generismo” (extracto). Valencia, S. (2018) no. 22 Santiago dic. 2018. Pléyade (Santiago) versión impresa ISSN 0718-655Xversión On-line ISSN 0719-3696
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-36962018000200027

Por José Alfredo Olea Pineda
Coordinador del programa de Salud Mental en Inspira Cambio A.C.

IMPORTANTE: En Inspira Cambio contamos con servicio de apoyo psicológico en diferentes modalidades (intervención en crisis, terapia breve y terapia de largo alcance) y desde diversos enfoques (cognitivo-conductual, psicodinámico y sistémico), así como servicio especializado en sexología y atención en consumo de sustancias (drogas). Si requieres ayuda para atender una situación sobre tu salud mental, tienes dudas o solicitas más información, puedes escribirnos de manera privada por Facebook y Twitter.

*Programa implementado con el donativo del Reto Tú Eliges de Johnson & Johnson

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